La miomatosis uterina es la aparición de miomas o fibromas en el útero de la mujer, que son tumores benignos que se clasifican por su ubicación en:
• Intramurales: Se encuentran en la pared muscular del útero, y puede afectar a la fertilidad si miden más de 4 centímetros
• Submucosos: Se forman en la superficie del revestimiento del útero y pueden afectar a la implantación del embrión
• Subserosos: Están en el revestimiento exterior del útero y generalmente no afectan la fertilidad.
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Los miomas uterinos son el tumor pélvico más común. Aproximadamente el 20 por ciento de las mujeres sufren de miomatosis uterina durante su edad fértil (desde su primera menstruación hasta la menopausia), y en particular las mujeres mayores de 30 años.
Los miomas uterinos pueden ser microscópicos o crecer lentamente hasta llenar todo el útero. Hay diferentes formas y tamaños, y aunque pueden ser individuales, en su mayoría son múltiples.
Estos tumores están presentes tanto en mujeres fértiles e infértiles. Sin embargo, el 80 por ciento de los casos de infertilidad debido a un factor uterino son debido a la aparición de los miomas que afectan a la cavidad uterina, como en el caso de los miomas intramurales y submucosos.
La localización de los miomas uterinos es muy relevante, ya que puede determinar si pueden o no producir infertilidad mediante la alteración del transporte de los espermatozoides o la implantación del proceso de embriones.
Del mismo modo, los miomas uterinos pueden causar complicaciones durante el embarazo, tales como:
• Un aumento del riesgo de aborto espontáneo
• Retraso del crecimiento fetal
• Trabajo de parto prematuro debido a la falta de espacio en el útero
• Obstrucción del cuello del útero
• La obstrucción del trabajo de parto
• La hemorragia post-parto
Principales síntomas de la miomatosis uterina
Aproximadamente el 25 por ciento de los miomas uterinos son asintomáticos. Sin embargo, también se pueden manifestar a través de:
• Sensación de presión en la parte inferior del abdomen
• Sangrado menstrual excesivo
• Períodos menstruales más largos de lo normal
• Calambres pélvicos o períodos menstruales dolorosos
• El sangrado no relacionado con la menstruación
• Dificultad o dolor al orinar
• Infertilidad
• Abortos recurrentes
Es importante señalar que los síntomas de la miomatosis uterina depende del tamaño, ubicación y número de fibromas presentes.
Las causas de la miomatosis uterina
Aunque la causa específica de los miomas uterinos no se conoce, se cree que su aparición se relaciona con una predisposición genética. Su crecimiento se asocia también a la actividad hormonal de los ovarios, en particular con la producción de estrógeno y progesterona.
Los miomas uterinos aparecen durante la edad fértil de la mujer, creciendo durante el embarazo -cuando existe un alto nivel hormonal- y desaparecen después de la menopausia, cuando los niveles hormonales son más bajos.
¿Cómo se diagnostica la miomatosis uterina?
La ecografía es la prueba más fiable para el diagnóstico de la miomatosis uterina, con una precisión cercana al 95 por ciento cuando se realiza a través del abdomen y el 100 por ciento cuando se realiza por vía intravaginal.
Es importante que la ecografía sea interpretada por un experto, que va a obtener la máxima información del procedimiento.
Los tratamientos para lograr el embarazo cuando hay miomatosis uterina
Cuando se trata de lograr el embarazo, el tratamiento de la miomatosis uterina depende de la edad de la mujer, y sobre todo, del tamaño y la ubicación de los miomas.
Los miomas subserosos raramente afectan la fertilidad, sin embargo es recomendable para pacientes con miomas submucosos o intramurales mayores de 5 centímetros considerar tratamientos como la fertilización in vitro, especialmente si son mayores de 35 años de edad.
La fertilización in vitro es muy eficaz cuando la miomatosis uterina no afecta a la cavidad endometrial porque debido a que los miomas generalmente alteran el transporte de los espermatozoides y el proceso de implantación de embriones, la fertilización in vitro hace que sea posible fertilizar el óvulo en un laboratorio y luego coloca los embriones con mayor poder de implantación en el lugar correcto dentro del útero de la mujer.
Generalmente, los miomas subserosos o intramurales más pequeños de 7 centímetros no afectan a los resultados de la fertilización in vitro, mientras que con miomas submucosos más de 5 centímetros las tasas de éxito pueden disminuir ya que afectan a la cavidad uterina y, por tanto, disminuye la probabilidad de implantación.
En raros casos la mujer debe someterse a una miomectomía antes de continuar con el tratamiento de fertilización in vitro. Esta es una cirugía para extirpar los miomas uterinos, después de lo cual aumenta la probabilidad de embarazo, y hay una disminución significativa en la tasa de aborto.
Es importante llevar a cabo un nuevo ciclo de FIV inmediatamente después de la miomectomía, debido a que la probabilidad de embarazo disminuye de nuevo después del primer ciclo debido a la recurrencia de los miomas uterinos.
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